El último trimestre del año es la época de las renovaciones de seguros, un momento en el que, por agilizar los trámites, se hace de manera automática. Muestra de ello, son las renovaciones de seguros de entidades bancarias, que no avisan a los tomadores de las pólizas de dicho proceso, resultando muy complicado que estos puedan cancelar el seguro que en muchas ocasiones se les ha impuesto.
De hecho, cada día hay más casos en los que un cliente de un banco ha tenido que firmar un seguro como obligación para mejorar sus condiciones a la hora de pedir un producto financiero. Por ejemplo, la disminución de los intereses de la hipoteca si se contrata además un seguro de hogar. En ese momento el cliente firma pensando en anular el seguro en cuanto sea posible, debido a la obligatoriedad del mismo, pero el paso del tiempo y la dificultad, en muchos casos, de los trámites hace que esa cancelación nunca llegue.
Y de esto se valen las entidades bancarias para seguir renovando unos seguros que tienen peores coberturas que las pólizas contratadas fuera de los bancos.
Por esta razón, desde AGACOSE recomiendan:
- Apuntar la fecha de renovación y el plazo en que se puede cancelar dicha póliza.
- Realizar el trámite con margen suficiente para cumplir los plazos de los trámites administrativos.
- Adjuntar una carta de renuncia
- Contar con la ayuda de un profesional especializado, el corredor de seguros que te ayudará y guiará con todo el proceso
- Denunciar la situación de la mano de tu mediador de seguros
En resumen, es imprescindible conocer los derechos que se tienen como consumidor y, aunque se encuentre bajo el marco legal, argumento al que se acogen las entidades bancarias, sigue siendo mala praxis para con los clientes. Desde la Asociación gallega remarcan la importancia de cancelar ese seguro y denunciar la práctica abusiva cuanto antes.